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LA FUNCIÓN DOCTRINAL DE BERCEO: sobre Gonzalo de Berceo y Milagros de Nuestra Señora como exemplum.


Introducción

El escritor de obras como Vida de Santo Domingo de Silos, Vida de San Millán de la Cogolla, Martirio de San Lorenzo y la central en este texto, Milagros de Nuestra Señora, fue un clérigo cuyo reconocimiento yace en el hecho de ser el primer autor intelectual, dejando a un lado las copias y traducciones de extensas obras literarias; actividad muy frecuente en los monasterios del siglo XIII, también dentro del grupo de traductores y copistas impulsado por Alfonso X el sabio. De modo tal que este vate medieval se convierte en el primer poeta de lengua castellana con nombre conocido: Gonzalo de Berceo.

Aunque sabemos poco de su vida, se deduce que el clérigo debió nacer a finales del siglo XII y que habitó en los monasterios de San Millán de la Cogolla y en el de Santo Domingo de Silos. Se ordenó como sacerdote, ofició como clérigo secular y ocupó los cargos de diácono y presbítero; vivió en Logroño y Burgos hacia 1195 y 1268. También destaca como el representante del llamado «mester de clerecía» (literatura medieval escrita por clérigos u hombres ilustrados, poseedores de conocimientos superiores a la enseñanza elemental de aquella época), aportando a la difusión de la cultura latina e inaugurando el camino a la poesía erudita, muy distinta de la poesía creada por los juglares y a la lírica épica popular. En el «mester» era habitual que las obras escritas hablaran sobre vidas de santos, fuesen obras marianas o de una temática religiosa más amplia y de tipo doctrinal. Además, que cumplieran con el requisito de que las estrofas incluyeran cuatro versos alejandrinos monorrimos; este tipo de estrofa métrica es mejor conocido como «Cuaderna vía», surgida de la escuela narrativa medieval surgida en el siglo XIII y cuyos principales escritores conocidos fueron Don Juan Manuel y por supuesto, Gonzalo de Berceo.

Dentro de los textos destacados de Berceo se encuentran los escritos de corte mariano, es decir poemas religiosos de naturaleza doctrinal, con más exactitud, dedicados a la Virgen María. El poeta la utilizó como inspiración para darnos tres obras: Loores de Nuestra Señora, Duelo de la Virgen y Milagros de Nuestra Señora. Esta última será en la que se enfocará el presente texto, con la finalidad de hurgar y clarificar las cualidades de «exemplum» contenidas en la poesía mariana del clérigo español.

Obra mariana

Ya mencionado anteriormente como una de las obras más destacadas de Gonzalo de Berceo, Milagros de Nuestra Señora, es una compilación de veinticinco poemas o leyendas devotas escrito en un dialecto del castellano, que relatan los milagros de la Virgen María. Escritos hacia 1260 y en una etapa en el que el autor presentaba cierta madurez, empleó la estrofa del «cuaderna vía» recurso característico del «mester de clerecía».

Varias colecciones de milagros marianos aparecieron a lo largo del siglo XI, incluso Berceo pudo influenciarse en algunos de éstos para crear su compilación. Se presentan en dos tipos: los de milagros generales y los locales. Gracias a los relatos marianos, en el siglo XIII creció la devoción a la Virgen María por toda Europa, ya que su imagen se presentaba de cierto modo más amigable y hasta maternal, acrecentando en la población una cercanía al cristianismo. Aunque no es precisamente con el clérigo español que la devoción mariana se acrecienta, sino que dicho crecimiento forma su camino desde mucho antes.

[…] las narraciones relativas a la Virgen María son abundantes durante el siglo XIII y entroncan con san Bernardo de Claraval quien nace a finales del siglo XI y muere a finales del XII. San Bernardo representa el cambio de valores poéticos del siglo XII al XIII. Primero, con su elocuencia arrebatadora incita a la Europa occidental a tomar la espada en defensa de los santos lugares.[1]

Referente a la estructura abordada en los relatos, llevan todos la misma especie de secuencia, es decir, la caída y la redención. De esta manera, se presenta a un devoto de la Virgen, que parado frente a diversos problemas o peligros es salvado gracias a un milagro mariano, aunque muchas veces el principal intercesor por el alma o bienestar del devoto es un santo que recurre a la ayuda de la Madre de Dios. La obra inicia con una introducción en la que Berceo hace alegoría sobre la naturaleza y la perfección de la Virgen, describiendo una gruta vegetal. Después el mismo autor se presenta y pide ayuda para que en el transcurso de la escritura de cada poema sea bien logrado. Al final de cada relato hay una enseñanza o moraleja con la que se pretende que el lector u oyente llegue a comprender las virtudes y toda la serie de ventajas que conlleva ser un devoto de la Virgen María.

Exemplum

Entendemos exemplum o exempla en varios modos o definiciones, este género narrativo cuenta con sus propias normas, tiene fundamentos, ornamentación retórica e incluso se podría considerar que se encamina al género de la novela. Aunque reconocidos teóricos y críticos no han llegado a un acuerdo para darle una definición exacta al exemplum, en el presente texto se utilizará la siguiente definición propuesta: «Un exemplum es un texto que ilustra o revela algo que, si es saludable o edificante, tiene a convencer o a ser imitado, y si es malo, tiende a ser repudiado.»[2] Esta definición se soportará aún más con el fin pedagógico o doctrinal de Milagros de Nuestra Señora, en el cual se sostiene una virtud capital del exempla, la útil prueba o apoyo al momento de sostener un discurso moral, doctrinal o religioso: «Los exempla servían de testimonio para fundamentar exposiciones éticas, y se erigían en ilustraciones, de las que se desprendían normas de conducta coherentes con la moral cristiana.»[3]

Ejemplo del milagro

Hay varias propiedades y clases de exempla, entre las propiedades más importantes se encuentran la brevedad, siguiendo esta cualidad, la obra mariana de Gonzalo de Berceo cumple sin ningún problema con ello sin llegar a la simplicidad; cada relato cuenta con un mínimo de nueve y un máximo de treinta y cuatro estrofas. Como ejemplo el relato X titulado “LOS DOS HERMANOS” cuenta con las treinta y cuatro estrofas mencionadas, mientras que el siguiente relato “EL LABRADOR AVARO” está compuesto por once estrofas.

La siguiente propiedad del exempla consta de la fuerza didáctica y persuasiva del texto, si bien se puede debatir este punto, no es arriesgado deducir que la misión de esta obra es bien lograda, además presenta una capacidad carismática e interpretativa para cautivar a quien se acerque a la obra de Berceo. La conclusión del relato XIV es fiel prueba de ello: «La virgen bendita reina de todos, /lo mismo que libró su toca de ser quemada, /así libra a sus siervos del fuego eterno /y los lleva a la gloria donde no hay males.»[4]


En cuanto a qué clase de exemplum representa Milagros de Nuestra Señora, teniendo en cuenta que bien podría interpretarse como: relato, alegoría, leyenda, advertencia y el más obvio, el milagro; se puede, sin problema apegar cualquiera de estos al «mester de clerecía». El siguiente ejemplo muestra cómo la obra se encuentra vasta de aptitudes como para encasillarla en una sola clase de exempla.

Vivía en un lugar un labrador

que araba la tierra

a la que amaba más que a Dios,

siendo además un revoltoso empedernido.

Las maldades que hacía eran grandes:

cambiaba los mojones para ensanchar su heredad;

era falso en todas maneras,

sus vecinos hablaban mal de él.

Aunque era malo, amaba a la Virgen María:

escuchaba sus milagros y les daba crédito;

decíale todos los días cuando la saludaba:

Salve, llena de gracia, Madre de Cristo.[5]


Para concluir y teniendo el punto de vista amplio en el que se determinan las variadas cualidades de la obra de Gonzalo de Berceo pueden ir desde el milagro o relato hasta la leyenda o advertencia. La función de Milagros de Nuestra Señora como exemplum sirve como testimonio de exposición ética en la que se desprenden algunas normas de moral cristiana, mostrando claramente su intención didáctica.

Bibliografía

DE BERCEO, Gonzalo. Milagros de Nuestra Señora. Porrúa, México. 2014.

FIERRO CÁNDANO, Graciela. Estructura, desarrollo y función de las colecciones de exempla en la España del siglo XIII. Colección de Bolsillo, México. 2000.

Referencias electrónicas

http://parnaseo.uv.es/Memorabilia/menubolb2.htm

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/berceo.htm

[1] BOLAÑO E ISLA, Amancio (Prólogo). Milagros de Nuestra Señora. Porrúa, México. 2014. p. XIV.

[2] FIERRO CÁNDANO, Graciela. Estructura, desarrollo y función de las colecciones de exempla en la España del siglo XIII. Colección de Bolsillo, México. 2000. p. 23.

[3] Ibidem., p., 29.

[4] DE BERCEO, Gonzalo. Milagros de Nuestra Señora. Porrúa, México. 2014. p. 67.

[5] Ibidem., p. 55

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