Foro Crítica y Filosofía en South Park
El viernes 29 de abril del presente año, se llevó a cabo el primer Foro de Crítica y Filosofía en South Park, evento organizado por Braulio Gamaliel Baltazar, estudiante de la Licenciatura en Letras en la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Se presentaron las ponencias de “Sátira y crítica social” impartidas por Jaime Antonio Valadez Delgado y Ramón Emanuel Martínez Morquecho. La segunda mesa presentada por Isaac Raúl Zepeda Romo impartiendo “Sobre la ética en South Park”. La tercera mesa, “Sobre cómo se construye la realidad en South Park”, presentada por María Melissa Carrillo Moreno y Braulio Gamaliel Baltazar Medina. El evento concluyó con una conferencia magistral impartida por Eduardo Santiago Ruiz, docente de la UAM Iztapalapa, presentando “La escatología como estética y provocación en South Park”.
Sólo hay tres sospechosos: Kyle por judío, Token por negro,
y Kenny por pobre.
-Erick Cartman.
Originalmente la sátira es un género literario, con un propósito moralizador, lúdico, y burlesco. Este recurso también puede encontrarse en artes escénicas y gráficas con el fin de agudizar las locuras y abusos ya sean individuales o colectivas. Aunque parezca “políticamente incorrecto” la verdadera intención, es hacer una mejora en la sociedad. La serie animada en cuestión, aunque con un objetivo humorístico y de diversión, en cada uno de los capítulos desaprueba algún tema que genera problemática social. South Park, utiliza la sátira como herramienta para dar a entender que un tema puede tener una moral incorrecta, exagera los hechos a un punto máximo con el fin de ridiculizar y dar a entender lo tontas que se ven ciertas formas de actuar. Respecto a la crítica social, la serie la presenta las bases radicales de la sociedad como una bufonada, junto a la idea de cómo se supone que deberían ser.
Los capítulos que se abordarán son principalmente “Sin colillas” el cual es un episodio en el que se presenta como tema primordial el tabaquismo, los supuestos problemas que conlleva y sobre todo las organizaciones radicales en contra del tabaco. En un segundo plano, el capítulo “F.C.L” muestra la explotación incorrecta y lucrativa de un tema en específico, en este caso la lucha libre, donde con el fin de obtener más rating y popularidad entre los espectadores, se hace de toda clase de dramatizaciones, excepto lo que deberían hacer. La finalidad de utilizar estos dos episodios es dar a entender que la base y estructura sigue siendo la misma, con la diferencia de que aborda distintos temas, es decir, buscan la exageración ridícula de un problema social para denotar la verdadera naturaleza incorrecta de los mismos.
Entrando completamente en la trama del episodio que se mencionó inicialmente, comenzamos con los protagonistas, los cuales son nuestros héroes de siempre, Stan Marsh, Kyle Broflovsky, Erick Cartman y Kenny McCormick; aparecen como villanos Robert Reiner y sus secuaces. El capítulo comienza con los pequeños metiéndose en problemas incitando una controversia de carácter social en un nivel nacional, pues son sorprendidos fumando después de ver a unos ridículos promotores anti tabaco en el gimnasio de su escuela, es entonces cuando South Park recibe la visita de Rob Reiner, a causa de la llamada de los padres preocupados por sus hijos aparentemente influenciados por las tabacaleras. Es importante la visita y manera de actuar de este personaje, pues contrasta la imagen de un hombre que pretende que se haga su voluntad, alegando que lo que él hace está para justificar sus acciones, y es de forma vital la atención dedicada al personaje, pues los escritores del capítulo dan a mostrar una vez más, satirizando la imagen de un personaje que disfruta todos los vicios posibles, y que busca imponer la idea de que sólo aquello que él no hace está mal.
Ahora es menester formar una comparación que proporcionará una visión más amplia del mensaje que se intenta dar, si bien es saber mundial que el tabaquismo es perjudicial para la salud, es decisión propia del individuo que consume, y no de los trabajadores y/o empresas distribuyentes, y es muy absurdo, que un hombre que profesa salud ante todo, y tiene una condición peor a la de un fumador, intente imponer la idea del bien estar fisiológico cuando su estado propio es deplorable. Un fumador, puede tener problemas pulmonares, así como un alcohólico en los riñones, y alguien con obesidad sanguíneos, y es la moral social la que dicta que uno es peor que el otro, lo cual no es tan alarmante, siendo que todos atentan en menor o mayor grado al bien estar personal.
Un perfecto ejemplo de lo anterior mencionado, son las escenas de la fábrica y el comercial, donde el villano lleva a nuestros héroes al lugar de trabajo donde se producen los cigarrillos, para demostrarles lo malas que son éstas personas; cosa que termina en un rotundo fallo, pues notan que son personas de lo más común y corrientes haciendo su trabajo (incluso a los empleados de la tabacalera se les presenta muy felices trabajando al ritmo de una canción cuya letra está a favor al consumo de tabaco), y simplemente ayudan a contrastar su mala imagen como los agresivos activistas que buscan imponer sus resoluciones a los demás. En la parte del comercial es esencial lo anterior comentado, pues públicamente necesitan una imagen que denote el maravilloso trabajo que están realizando en su incesable lucha contra el tabaquismo, mientras detrás de cámaras estarían dispuestos a asesinar a un niño para no mancillar su imagen, lo cual, volviendo a la exageración de lo grotesco, tampoco es que diste de una escalada realidad.
La idea del fascismo es un término muy fuerte y polémico en cualquier lugar y campo en el que se use, en la serie de la que se habla es una herramienta para un fin, pues al hablar del episodio “Sin colillas” la idea está presente de una manera completamente desmesurada, tomando en cuenta el momento en que a Cartman se le quiere asesinar simplemente para demostrar que fumar está mal, e imponer la idea personal sobre los demás sin importar si sus opiniones tienen valor alguno. En fin, como dice Kyle al concluir el capítulo: «No aprendimos nada, no aprendimos».
